Le agradece personalmente su amistad y el detalle de escribir en valenciano, además de confesar que desconoce la gramática académica valenciana, pero que ello no le priva de escribir como en su tierra, como le dice que comprobará en el libro de Amancio Martínez Ruiz Cañís y cañisaes, que le adjunta. Le invita, además a hablar de todo esto cuando se vuelvan a reunir en otra ocasión