Menciona que su carta enviada desde Alicante, en la cual pregunta por su artículo, lamentablemente llegó a Roma cuando él estaba en la Toscana. Ha dado ahora instrucciones a Milán para que le envíen lo solicitado. Le comenta que el director y él están agradecidos de contar con su nombre en la Rivista Bancaria desde que era el órgano de la Associazione Tecnica Bancaria Italiana; ambos se sienten complacidos de tener un artículo suyo por año, ya que son de gran interés para los lectores y esperan que el año 1958 siga igual